El barón inglés George Cayley fue la primera persona en crear una máquina voladora con alas fijas en 1799, dando así el primer paso hacia el desarrollo del avión. Él fue el auténtico pionero de la aviación. Un siglo más tarde, Wilbur Wright y su hermano Orville pasaron un par de años realizando experimentos antes de cooperar con ingenieros de Chicago. Juntos, contra todo pronóstico, fueron capaces de crear una máquina que se levantaba a sí misma en el aire. Los intentos previos se remontan al siglo 16, pero éste fue el primero que tuvo éxito. La forma de las alas se estudió en un túnel de viento y fue perfeccionada en 1884.
Tres décadas antes de la hazaña de los hermanos Wright, Otto Lilienthal perfeccionó el diseñó de Cayley y creó numerosos planeadores con los que realizó alrededor de 2000 vuelos. Los hermanos Wright simplemente cogieron ese conocimiento y desarrollaron la máquina.
Muchos otros inventores empezaron a trabajar en sistemas de dirección y propulsión para perfeccionar la máquina voladora y hacerla adecuada para un vuelo tripulado por humanos. El primer vuelo mantenido del que se tiene constancia tuvo lugar en 1896 en una aeronave con motor de vapor.
Los motores de combustión interna fueron el siguiente gran paso hacia el avión moderno, que es otra de las razones del éxito de los hermanos Wright. Con motores ligeros y propulsores especiales, su máquina era capaz de mantener el vuelo siendo al mismo tiempo fácil de manejar.
Algunos de los demás pioneros de la aviación son Gabriel Voisin, Henri Farman, Alberto Santos-Dumont y Glenn Hammond Curtiss. Todos ellos contribuyeron en gran medida al desarrollo de la industria.
Hubo un rápido crecimiento de la aviación hasta el comienzo de la Primera Guerra Mundial. Durante la guerra, la mayor parte del esfuerzo fue encaminado al desarrollo y la inversión en maquinaria de guerra. Esto condujo a un gran progreso tecnológico y, una vez terminada la guerra, se establecieron numerosas rutas aéreas nuevas. Un gran paso fue la introducción de los motores de pistones radiales.
En las dos primeras décadas del siglo 20, los vuelos intercontinentales se convirtieron en el objetivo. El Atlántico se cruzó en un vuelo sin escalas por primera vez en la historia. Lockheed, Fokker y Spitfire se convirtieron en grandes nombres, especialmente durante la Segunda Guerra Mundial.
Rolls-Royce fabricó algunos de los motores más potentes y fiables en esa época. Pronto, surgió la necesidad de compañías aéreas y se fundó la Imperial Airways Ltd. en Gran Bretaña, seguida de KLM en los Países Bajos en 1919 y la Deutsche Luft Hansa en 1926. Aviones como el modelo 247 de The Boeing Company hicieron posibles los vuelos a larga distancia en la década de 1930.
El Douglas DC-4 y el Boeing Stratoliner estuvieron entre los aviones más importantes de la década de 1940 que marcaron el ritmo del desarrollo de las futuras máquinas.
Tras finalizar la Segunda Guerra Mundial, los aviones de posguerra demostraron ser mucho más avanzados que antes. Máquinas con hasta 50 pasajeros surcaban los cielos con velocidades que superaban los 320km/h.
Losnuevosmodelosdeaviones, comoelDouglasDC-7 yelLockheed1649AStarlinerfueron un enorme éxito en la década de 1950. Tenían una gran autonomía de vuelo y unas impresionantes velocidades máximas que alcanzaban los 640km/h. Como resultado, las aerolíneas de todo el mundo crecieron enormemente. Gradualmente, los servicios de las aerolíneas se volvieron asequibles para la clase media. Mientras tanto, surgieron fabricantes de aviones privados como Gulfstream y Learjet.
En 1969, la flota de aerolíneas superó la marca de las 120.000 unidades en total. Los motores de turbinas de gas transformaron la industria tal y como lo hicieron los de gasolina a comienzos de siglo. La introducción del motor a reacción fue otra razón importante de que los viajes por aire se volvieran asequibles para la mayoría de las personas. Era caro de fabricar y mantener, pero permitía un uso mucho más frecuente, por lo que la relación coste-eficacia era mejor.
El avión de pasajeros supersónico Concorde fue un avión revolucionario al que se le dio uso comercial en 1976. Mientras tanto, los rusos introdujeron numerosos aviones Tupolev e Ilyushin. Alrededor de la misma época, Boeing adoptó la tecnología del motor turbofan. La gama de modelos de la empresa era la mejor del mundo por aquel entonces. Varias empresas europeas unieron fuerzas y fundaron Airbus en un intento de competir con Boeing. Al poco tiempo, se presentó el Airbus A300 seguido del Airbus A320, que se volvió enormemente popular a principios de la década de 1990.
Los aviones a reacción demostraron ser mucho más eficientes y su época vino acompañada de terminales de pasajeros y aeropuertos más grandes. Sin embargo, a medida que el avión se convirtió en un medio de transporte de masas, surgieron las aerolíneas de bajo presupuesto, usando aviones con asientos estrechos y menos espacio interior.
Hay muchos tipos diferentes de aviones que varían dependiendo de su propósito y tamaño. Los aviones no tripulados suelen ser más ligeros en el aire, lo cual significa que no hay motores a bordo y se usan principalmente con fines científicos y de investigación. Los aviones con propulsión varían desde pequeños aviones civiles con uno o dos asientos hasta enormes aviones de pasajeros y aviones comerciales. También hay muchas categorías de peso de aeronaves de carga. Los aviones pueden variar dependiendo del número y la colocación de sus motores, del tipo y la envergadura de las alas, así como del tipo de tren de aterrizaje y de la estructura del fuselaje.